¿CÓMO ELEGIMOS LAS ACTIVIDADES EXTRAESCOLARES DE NUESTROS HIJOS/AS?

A continuación os presentamos un artículo de Carlos Pajuelo (psicólogo y Orientador), publicado en su BLOG: Escuela de Padres

 

Cada comienzo de curso, la primera pregunta que nos hacemos los padres es ¿son necesarias las actividades extraescolares? Y es curioso porque la mayoría de los padres respondemos afirmativamente, y justificando esa necesidad con frases como  “le viene bien”, “así no se aburren”, etc.

 

En estos tiempos, la educación de nuestros hijos está completamente influida por el contexto social  y económico en el que nos desarrollamos. Esto que llamamos la “conciliación de la vida familiar con la laboral” está influyendo en la escolarización de los hijos de tal manera que, si no cuentan con apoyo familiar, los niños entran en los centros a las 8 de la mañana en el aula matinal, y salen a las 6 de la tarde. En este caso las actividades extraescolares juegan un papel fundamental en el apoyo a la conciliación laboral.

Por otra parte,  hay padres que, aunque no trabajen durante todo el día,creen que unas buenas actividades extraescolares optimizarán el desarrollo de sus criaturas. En algunos pocos casos también hay progenitores que miden la “valía” de sus hijos por el número de actividades extraescolares más o menos sofisticadas que realizan.

Mi opinión es que las actividades extraescolares pueden ser un buen complemento para el desarrollo de nuestros hijos siempre que cumplan con estos cuatro criterios:

1.- Elegir las actividades en relación con la personalidad y gustos del niño. Me encuentro en muchas ocasiones a padres que buscan actividades extraescolares cuando se percatan de alguna “faltita” en los hijos, por pequeña que sea,  y se ponen a buscar rápidamente una actividad para intentar contrarrestar la faltita. De tal manera que si el niño es tímido, ¡toma! a teatro; que si el niño es patoso, ¡toma! a fútbol; que si es lento, a judo; que si es muy movidito, a cualquier actividad ¡a ver si se agota! Yo creo que un niño tímido necesita iniciarse paulatinamente en actividades grupales pero a lo mejor el teatro, para empezar, es ¡mucha tela!

 Las actividades extraescolares “no arreglan niños” les ayudan a crecer, a divertirse y a aprender en otros formatos diferentes al académico.

 

2.- Asegurarse que la actividad deja al niño o niña tiempo suficiente para hacer las tareas escolares y para poder descansar,   y sobre todo  estar con su familia.

 

3.- Que sean compatibles con las actividades académicas ordinarias. Y no una copia más de lo que ha realizado durante la mañana en el colegio.

 

4.- Yo creo que siempre hay que pedir opinión a los hijos y ofrecerles la oportunidad de participar en actividades, y orientarles  sobre las ventajas e inconvenientes de su elección. Al final,  si su hijo decide “apuntarse” a alguna actividad, habrá que hacerle ver que, una vez que se apunte, tiene el compromiso de asistir a dicha actividad.

 

Consejos que no hay que olvidar:

 

a) La actividad extraescolar debe tener “interés” para nuestros hijos. El interés es necesario para que se de la motivación. Y le tiene que “interesar” fundamentalmente a tu hijo, no a ti.

 

b) La actividad extraescolar debe servir para ayudar a nuestros hijos a desarrollar capacidades, habilidades y destrezas que posea. Tengo muchas dudas a la hora de creer que las actividades extraescolares sean capaces de convertir en una ágil gacela a un pavo o pava. Y probablemente un pavo, entre gacelas, termine sintiéndose más pavo.

c)  La actividad extraescolar debe ser placentera para todos los miembros de la familia. Yo veo  a padres verdaderamente “amargados” durante este periodo, bien porque sacrifican su tiempo para que sus hijos “disfruten”, o bien porque se amargan al comprobar que su niño prefiere en vez de practicar con el violín atizar a sus muñecos con el arco, o porque el entrenador del equipo de fútbol no sabe sacar provecho del talento de su pequeño Ronaldo.

d)  Jugar es una actividad extraescolar muy buena. Los juegos han evolucionado y nuestros hijos juegan de forma diferente, aunque los padres nos pongamos nostálgicos recordando nuestros juegos infantiles como el escondite, la lleva, la goma, salto del burro, etc., nuestros hijos tienen otros intereses, sí, y uno de los más interesantes son las dichosas maquinitas.

 

e) Y os recuerdo que las actividades extraescolares son extra-escolares: se supone que deben de diferenciarse y mucho de lo que se hace en el colegio, si se convierten en una asignatura más pueden perder el interés.

 

Así que a disfrutar, lo que se pueda, TODOS.

Colegio Carlos III
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